sábado, 26 de mayo de 2007

Aisén nos recuerda el país que somos


La tragedia vivida por la comunidad de Aisén por cruel que resulte, nos recuerda en el país que vivimos y las características que hacen de él no sólo el sueño de los inversionistas, sino todo un enigma que desafiamos a diario con gran altivez.

Por meses – desde el 22 de enero de 2007- la comunidad se vio atormentada por insistentes temblores en la corteza terrestre que amenazaban con un movimiento de mayor intensidad. Lo previsible sólo estuvo en la mente de aquellas personas de la comunidad, ni autoridades regionales ni del gobierno central pudieron anticipar o al menos comunicar eficientemente respecto de un fenómeno de la naturaleza que les podría afectar, aspecto cada vez más característico de nuestro singular, pequeño y estrecho país.

El 21 de abril Aisén fue protagonista de un temblor de gran intensidad (6.2 grados en la escala de Richter) seguida de una ola gigante producida por el deslizamiento de la tierra de una de las laderas del fiordo.

¿Eran nuestros equipos apropiados para detectar esos riesgos? ¿Se trabajó en tiempo real? Claramente la respuesta es no.

Para evaluar la situación se contaba con material y equipos facilitados por instituciones internacionales, alemanas y francesas. Los investigadores de la universidad de Chile, expertos en sismología señalaron que debido a gestiones coordinadas con ONEMI, se logró instalar tempranamente estos equipos en la zona. Sin embargo, el proceso de los datos no podía efectuarse en tiempo real por problemas logísticos y escasez de personal, lo que ha incidido en una menor vigilancia y monitoreo efectivo del fenómeno.

El fenómeno ahora conocido dice de una falla Liquiñe-Ofqui (de 1200 kilómetros desde La Araucanía hasta Aysén) y dada las evidencias geológicas de la zona, caracterizada por la presencia de conos volcánicos alineados con la falla descrita, no puede excluirse manifestaciones volcánicas”.

La tragedia no sólo se refiere a la pérdida humana del día 21 de abril, también dice mucho de lo mucho que nos falta como sociedad y país para ser mas eficientes en la distribución de los recursos. No es posible obviar que Chile es un país sísmico. ¿Qué más debe suceder?

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